La Maniobra de Heimlich, llamada
Compresión abdominal es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir
el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o
cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de
asfixia por atragantamiento.
La maniobra de Heimlich es
llamada así por el Doctor Henry Heimlich, que fue el primero en describirla, en
1974. Éste promovió la técnica como tratamiento para ahogados y ataques de asma.
En la actualidad, la Cruz Roja y
otros organismos consideran que se debe combinar la maniobra de Heimlich con
golpes en la espalda. Éste fue el resultado de amplias investigaciones tras
haberse discutido la eficacia de la maniobra de Heimlich por sí sola en casos
de embarazadas, personas obesas, o en casos de aspiración de vómitos. Se llegó
a la conclusión de que sí tenía su eficacia sobre todo si se combinaba tal como
se indica.
Adultos: Para realizar la acción
en adultos, con el sujeto de pie se debe abrazar al mismo por la espalda con
los dos brazos. En esta posición se presiona con una mano cerrada y la otra
recubriendo la primera. Se debe apoyar el puño con el pulgar sobre el abdomen y
presionar hacia el centro del estómago, justo por encima del ombligo y bajo las
costillas de la persona.
En el caso de que el asfixiado se
encuentre solo, debe tomar una silla con respaldo, cogerla por debajo del
asiento, situarla por debajo de las costillas y empujar hacia arriba con
fuerza, para conseguir expulsar el objeto asfixiante.
Niños
mayores de un año: Debe tenderse al pequeño boca arriba, encima de una superficie
rígida. Apoyando las manos una encima de la otra, entre el esternón y el
ombligo, se debe empujar varias veces en dirección al tórax. En niños mayores
la maniobra puede realizarse como en los adultos. Es muy efectiva. La maniobra
de Heimlich también es aconsejable en niños mayores de dos años.
Niños menores de un año: Se
desaconseja esta maniobra. En casos de ahogamiento se procederá sujetando al
niño boca abajo e inclinado ligeramente hacia delante. Se sujetará la cabeza
con el antebrazo y después propinarle varios golpes (con una fuerza
proporcional al desarrollo del niño) entre los omóplatos o paletillas. Si a la
sexta maniobra no respira se le dará la vuelta, se le apoyará sobre una
superficie rígida y se presionará varias veces en el centro del tórax.
Fuente: Wikipedia